viernes, 3 de abril de 2009

La embestida

Hace unos cuantos años entró un pastor en una barbería de Ariño y el barbero, al ver el estado en que el mozo llegaba, le preguntó: “¿Pero chico, que te ha pasao? ¡Si parece que te haya embestido un autobús!”. Efectivamente, el pastor tenía la cara despellejada y en el centro de la frente un bulto morado como si hubiera recibido un fuerte golpe. (No era descabellado suponer que en el resto del cuerpo tendría también diversas magulladuras). El pastor le contestó: “Pues me ha pasao una cosa que ni te la puedes imaginar”. Y, acto seguido, le contó lo que le había ocurrido:

Acababan de finalizar las fiestas del pueblo en las que el pastor había ido trasnochando más de lo debido y, cuando al día siguiente tuvo que sacar a apacentar (decíamos pajentar) el ganado, iba muerto de sueño. A media mañana, aprovechando que las reses estaban pastando tranquilamente en un rastrojo, se sentó en una piedra de regular tamaño que había en la orilla del campo y se quedó mirando a las ovejas con expresión adormilada; pero debido a la carga de sueño atrasado comenzó a dar cabezadas sin parar, hasta que se fijó en él un mardano que llevaba en el ganado, e interpretó que le incitaba con la cabeza a la acometida; así que el animal aceptó el reto, tomó distancia y, durante una de las cabezadas más pronunciadas del pastor, se arrancó a toda leche hacia él y le asestó tal cabezazo en el centro de la frente que, aunque el hombre tenía los huesos también muy duros, casi le abrió la cabeza, a la vez que le hizo caer de espaldas, con tan mala suerte que detrás de donde estaba sentado había una pendiente y rodó por ella hasta que quisieron pararlo unos romeros; y entre el topetazo y la rodadura, quedó en las condiciones lastimosas que mostró en la barbería, eso que ya habían pasado varios días desde el percance.

Actualmente se sabe que una de las principales causas de los accidentes de tráfico es el conducir mal dormido y puedo asegurar, por propia experiencia, que es cierto; pero, incluso cuando había muy pocos coches, el ir en esas condiciones podía tener graves consecuencias en el momento más inesperado, como acabamos de ver en el presente relato. Y, en fin, parece ser que desde que el hombre transita por la Tierra, siempre ha sido peligroso el andar algo adormilado.

La anterior historieta, como me la contaron la he contado. A pesar de estar muy bien ambientada en Ariño, le concedo una probabilidad de que sea cierta del 50%, ya que la persona que me la contó, aunque es muy agradable y muy maja, es también muy bromista e imaginativa de manera que bien pudo modificar lo sucedido para que cuadrase bien y hasta es posible que todo lo que me contó fuera simplemente resultado de su prolífica imaginación. De cualquier modo, si lo relatado no sucedió realmente, bien pudo haber sucedido, y no vale la pena seguir dándole vueltas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hacia tiempo que no me reia tan a gusto, no se si sera cierta en su totalidad, pero la veo muy posible

Visitas desde el 15-09-2008
Visitas desde el 22-06-2009... contador de visitas
contador de visitas